Cuento cuentoso que tenía ganas de mostrar
Hace algunos años ya, escribí este cuento, es viejo, si, peor por alguna razón me dieron ganas de subirlo. No es la gran cosa, ni siquiera estoy segura de que tenga sentido, pero yo lo escribí así y ya. No estoy segura de qué género es, si, así de random fue.
Solo porque sí, tal vez me lo pidieron en la escuela y lo entregué.
Era jóven y no sabia nada de la vida (no es que sepa mucho actualmente), pero nunca nadie supo de él excepto mi profesora.
Aquí lo dejo, a ver que tal.
ALBA Y EL ÁRBOL DE LOS MIL NOMBRES
Esta
es una historia como cualquier otra, bueno, no como cualquiera, trata sobre una
niña y un árbol, si un árbol…pero no un árbol cualquiera, el árbol en esta
historia era especial, era único en el mundo, no, en el universo, y era
especial porque este árbol leía los pensamientos de la gente, hablaba si, pero
no cualquiera podía escucharlo, claro, sería muy peligroso con toda esa gente
alrededor hablando con un árbol que puede leer los pensamientos, seria muy
feo…pero no es momento de hablar de eso. Hablemos de Alba; Alba es una niña
normal, como todos, tiene 12 años, es una persona agradable y amable. Ella
vivía con sus padres en la ciudad, pero desde que murieron, Alba fue a vivir
con unos tíos al campo, era un lugar pequeño, pero pintoresco y agradable,
lleno de pastizales y montañas…en fin un lugar muy bello.
Alba,
acababa de salir de la escuela, como no hacia mucho que acababa de llegar a
vivir ahí, decidió caminar hacia su casa, para conocer mejor el lugar, después
de caminar un pequeño rato, decidió sentarse en algún lugar, para admirar el
paisaje; y fue ahí donde lo vio, un enorme árbol lleno de hojas y un tipo de
fruto extraño colgando de sus rama, Alba por supuesto decidió sentarse ahí un
ratito. Se encontró entonces a un joven que se marchaba justamente del árbol,
antes d que se pudiera sentar, Alba escuchó un ruido, un ruido de un coche, y
en efecto, era un camión que en ese momento pasaba a gran velocidad por ahí,
fue tal el estruendo que causó que
incluso logró tirar una de las ramas del árbol, Alba asustada corrió, cuando se
calmo y se dio cuenta que el correr no le había servido de nada, fue había
donde estaba la rama, levantó el fruto y
lo miró por unos segundos…
-Cómelo-
dijo un anciano que pasaba por ahí- No te pasará nada si lo comes, no morirás
ni nada- Dijo soltando una risa.
Alba
sonrió y decidió llevarse el fruto a su casa para comerlo ahí después.
Al
día siguiente, Alba acababa de llegar de la escuela, preparó su comida y cuando
estaba a punto de dar el primer bocado, fue cuando escuchó una voz, se preguntó
que era, así que salió de su casa y
empezó a caminar siguiendo la voz con mucho cuidado no se dio cuenta de cuanto
camino, pero cuando escucho la voz lo suficientemente cerca se dio cuenta de
que venia del árbol, donde se iba a sentar aquel día, así que fue hacia allí,
pero cuando se acerco, la voz se detuvo.
Debajo
del árbol se encontraba un joven, Alba supuso que de el provenía la voz, así
que se acercó y se paro junto a el. El joven se percato de la presencia de
Alba, así que se puso de pies y camino hacia ella:
-Hola,
¿Cómo estás? – Preguntó el joven, sorprendiendo a Alba, pues no era la misma
voz que había escuchado.-Pregunté ¿Cómo estás?- dijo el joven e nuevo con una
sonrisa en el rostro.
-yo…me
llamo Alba… ¿y tu?-
-Pues
mucho gusto, Alba, yo me llamo David, encantado-
-Si…igualmente-
Contestó Alba aún sorprendida.
David
era mayor que Alba, no pasaba los 18 años, era, a diferencia de muchos otros,
una persona muy amable, y a pesar de ser muy alegre y bromista, sabia como
actuar frente a los problemas. Había perdido a u padre desde pequeño y vivía
con su mamá, pero ella siempre estaba viajando y trabajando, así que
prácticamente vivía solo.
-Y
dime… ¿Qué haces aquí?- Preguntó a la niña
-Yo…
nada, solo que escuche unos ruidos y vine a ver, pero no era nada- Le contestó
Alba.
-Ahh…ruidos,
pues yo estaba durmiendo, todos los días estoy aquí- Dijo riéndose.
-Bueno,
me tengo que ir- Dijo Alba un tanto apurada.
-Esta
bien, nos veremos luego, Alba-
Alba
llegó a su casa, se recostó sobre su cama para descansar un momento ya que
había caminado mucho…miró hacia el costado de la cama y vio el fruto del árbol,
no lo había comido.
De
repente tocaron la puerta, así que Alba fue a ver, era David.
-¡¿
qué haces aquí!?- Preguntó Alba.
-¡Hola!
Pues te vine a ver, es que se cayó esto- Dijo David sacando de su bolsa un
reloj. —Supongo que es tuyo-
-¿Qué
mi reloj?, creí que estaba por aquí, en fin, gracias, de verdad-
Alba
para agradecerle lo invitó a pasar y de paso para hablaría con el para que le
enseñara mejor el lugar. David se dio cuenta que Alba tenía un fruto del árbol,
así que le pregunto:
.Ese
fruto…es del árbol, que se encuentra por al carretera, ¿verdad?-
-Si,
iba a comerlo pero, no ahora, tal vez luego- contestó Alba.
-Pues
cómelo, de todas formas el no se enojará- Dijo David mirando fijamente a Alba,
que se quedó pensando: “¿De que estará
hablando?”
Pero
no le dio importancia y mordió el fruto.
De repente, escuchó una voz, pero no una voz
cualquiera…¡Era la misma voz que había escuchado antes! Si, no había
duda, era la misma…
-¿pero
qué? Oye, ¿¡Puedes escuchar eso!? ¿La voz?-
-¿puedes
escucharlo? ¿De verdad puedes?- Dijo David un poco alterado.
S…si,
claro que puedo… ¿Tu no lo escuchas?-
-No…yo
no puedo…Mi padre lo dijo: “Algún día, cuando la encuentres…cuídala y al árbol
también….yo cuidé de él toda mi vida, pero nunca encontré a esa persona, si la
encuentras, hazlo por mi…-
Alba
no entendía nada de lo que decía David, estaba confundida, no sabía que hacer..
-NO
TE PREOCUPES, TRANQUILA- Dijo la voz del árbol…
Alba,
de algún modo se calmó, fue con David y le preguntó que qué era lo que sabia
sobre el árbol. David le explicó muy bien y con detalle que ese árbol, de
alguna forma había sido lo que su padre más quería, que era un árbol especial…un
árbol mágico y que para él, Alba era la persona de la cual le había hablado su
padre.
-ERES
LA UNICA QUE PUEDE ESCUCHARME- Dijo el árbol
-Pero…yo
¿pero que tengo que hacer?¿De que sirve poder escucharte? No entiendo.
-Pues
mira, no me preguntes a mi díselo a él, supongo que él es el que sabe que hacer
aquí- Dijo David tranquilizando a Alba.
Los
dos voltearon a ver al árbol, hasta que éste habló…bueno, le habló a Alba…
-ALBA…VERÁS…YO
NO SOY UN ARBOL CUALQUIERA…YO SE LO QUE SIENTES… TUS SENTIMIENTOS, LO QUE
PIENSAS, Y NO SOLO LOS TUYO, SI NO DE TODAS LAS PERSONAS…PERO ESO NO
IMPORTA..ALBA…NECESITO TU AYUDA…TU PUEDES HACERLO…-
-¿Hacer
qué?—Preguntó Alba.
-LIBERAME,
PUEDES HACER QUE YO DEJE ESTO…Y SI LO HACES PODRÉ HACER MUCHAS COSAS
MARAVILLOSAS…DESPUES DE QUE LO HAGAS…HARÉ LO QUE TU QUIERAS…TE LO CONSEDERÉ…A
TI Y A TU AMIGO…POR FAVOR, ALBA, AYÚDAMAE, NO QUIERO VIVIR MÁS ASÍ-
Alba
no sabía que pensar, se quedó asombrada, ella no podía creer lo que
escuchaba…¡y mucho menos de un árbol!
Ella…siendo
la única persona que lo puede ayudar a salir…a un ser atrapado dentro del
árbol, cuyo único deseo es ser…libre…en sus manos.
Alba
sintió mucha pena por el árbol, decidió ayudarlo, ¿Pero cómo hacer eso? Ni
siquiera estaba segura de lo que iba a hacer…pero, de alguna forma, decidió
hacerlo y ayudarlo a ser libre.
-Bien,
lo haré, ¿cómo lo hago?- Dijo Alba.
-Alba…
¿estás segura? Podría ser peligroso- Dijo David.
-¿Cómo
lo sabes? ¿Sabes cómo hacerlo? Dime- Dijo Alba.
-Pues,
si, si sé, me lo dijo mi padre. Tenemos que buscar una planta, una muy extraña
planta, que da detrás de las colinas que estás al norte, muy lejos de aquí-
Contestó David.
-De
acuerdo, hagámoslo-
Alba
fue corriendo hacia su casa a prepararse para el viaje.
-¿¡Qué!?
¿Ahora?...Bien- Dijo David mientras veía a alba alejarse- Yo también iré por unas cosas a casa-
El
árbol le había dicho a Alba que los acompañaría donde estuvieran y los ayudaría
si fuera necesario.
Alba
y David salieron en busca de la planta, como Alba
no sabía donde se encontraba el lugar donde estaba la planta, ella solo seguía
a David, que estaba tan dispuesto en encontrar la planta que no le importaba lo
que tuviera que hacer para lograrlo.
Al
segundo día, después de caminar y caminar, cerca de una colina se encontraba
una vieja cabaña habitada por una anciana que vivía sola, y al ver al par de
jóvenes insistió en que se quedaran a pasar la noche.
Y
así lo hicieron; la anciana se portó muy amable, les ofreció comida y techo para dormir, así que les pareció una
buena idea, no faltaba mucho para llegar al lugar donde se encontraba la
planta, así que al día siguiente saldría en la mañana y buscarían la planta
para poder regresar a casa.
A
mitad de la noche Alba escuchó una voz, la voz del árbol:
-SALGAN
DE AHÍ, ES PELIGROSO, ¡VAYANSE!-
Alba,
sorprendida por las palabras del árbol despertó a David, quien al escuchar lo
que dijo Alba, fue rápidamente por sus cosas para irse lo mas pronto de ahí.
Salieron silenciosamente se la cabaña, pero en ese momento la anciana lo vio:
-¿¡A
donde creen que van!?
-Nos
vamos de una vez, queremos llegar pronto—Dijo David colocando a Alba detrás de
él.
-No
pueden irse, deben quedarse aquí esta noche, es por su bien—Dijo la anciana
cambiando su tono de voz.
David
y Alba no sabían que hacer, estaban asustados, el árbol les había dicho que se
fueran de ahí, así que David tomó la única opción que tenia: agarro a Alba
fuertemente y empezaron a correr, David soltó a Alba y de repente, David, se
detuvo…
Alba
no supo que pasó ni cómo fue, pero antes de darse cuenta estaba hincada debajo
de un árbol, vio sus manos, estaban llenas de sangre, pero no era su sangre…así
que volteó a un costado y ahí estaba David, en el suelo, inmóvil…muerto
Alba
quedó horrorizada, no supo cómo pasó, solo así, tan rápido, quería llorar, pero
no podía, era mas su enojo de saber que no pudo hacer nada por David…se calmó,
lo puso en un lugar seguro, pensó en dejar la planta y a el árbol como si nada,
pero no podía, sabia que David había esperado eso toda su vida y que por esa
razón había muerto. Así que Alba siguió
su camino, no faltaba mucho, así que, al medio día llegó a n campo lleno de
flores, ahí, le preguntó al árbol qué planta buscar y después de pasar la tarde
buscando, la encontró. Se puso feliz al haber encontrado la planta, y sin más, emprendió
el camino de regreso a casa, teniendo mucha precaución de no toparse con esa
anciana, para evitarse problemas, que ya tenia demasiados.
Al
llegar a su casa estaba tan cansada que
sólo se sentó a la orilla de su cama y
se quedó completamente dormida. Cuando despertó era de día, se apresuró y fue
al árbol.
-T
he traído lo que pediste- Dijo Alba.
-MUCHAS
GRACIAS, HAS SIDO DE MUCHA AYUDA, PERO POR LO QUQE PUEDO VER, COSTÓ MUCHO,
AHORA VIENES SOLA…--
Alba
solo agachó la mirada.
-NO
TE PREOCUPES, ESTÁ BIEN- Dijo el árbol
-Si….claro,
¿Ahora que es lo que tengo que hacer?
-AHORA
LO QUE TIENES QUE HACER ALBA, PON MUCHA ATENCION…
-¡Noooo!
¡Detente!-
Se
escuchó una voz, alba volteó a ver de donde venía a voz, se quedó sorprendida…Era
la anciana de aquella noche.
-¡Detente
niña!- Gritó fuertemente la anciana, que de pronto apareció a lado de Alba,
quitándole la planta de las manos.
-¿Pero
que le pasa?- Dijo Alba alterada.
Antes
de que respondiera Alba y la anciana se encontraban de nuevo en la cabaña, Alba
estaba muy asustada, no sabia lo que la anciana le iba a hacer, en su cabeza
escuchaba la voz del árbol que le decía: “SAL DE AHÍ, HUYE, NO LE HAGAS CASO”
ella quería salir corriendo pero su cuerpo no reaccionaba, estaba muy asustada.
-Tranquila,
no t preocupes, no te haré daño, es ese árbol el que me preocupa- Dijo la
anciana.
Alba
asustada, tragó saliva y dijo:
-¿El
árbol?... ¿Por qué?-
-Por
que no quiero que mueras-
-Espere…
¿morir? ¿Porque iba a hacer eso?- Preguntó Alba confundida.
-porque
si haces lo que el dice solo conseguirás eso, morir.-
-No,
no es verdad, usted miente, el no me matará-
-Jajajaja,
¿No lo sabes verdad?-
-¿Saber
qué? Yo ya sé todo lo que tengo que saber- Dijo Alba.
-Todo,
sobre este árbol, le llaman el árbol de los mil nombres, puede leer tus
pensamientos y los utiliza para manipularte, eso hizo con mi hermano…sabes el
resto- Dijo la anciana
Ese
árbol solo utilizaba a las personas…las engañaba diciendo que los ayudaría con
lo que quisieran, utilizaba sus pensamientos y sus emociones más profundas para
lograrlo… Mil nombres, mil personas
muertas, Alba no lo podía creer, incluso Davis murió creyendo toda su vida que
el árbol era bueno, Alba se quedó pensando…hasta que por fin habló:
-¿Podemos
destruirlo? ¿se puede?-
-Si…
se puede, hay una forma, tienes que echarle esto- dijo la anciana , mientras
sacaba un frasco con alguna sustancia extraña.
Alba
tomó el frasco y decidió ella sola ir a acabar con el árbol
--Cuídate-
Dijo la anciana, y también le dijo que no cayera en sus trampas, que el árbol
era astuto y solo quería su vida, porque ella era la única que lo podía
destruir.
Alba
fue con el árbol, se paró frente a el, y el árbol le dijo:
-Mentiras,
todo lo que te dijo la anciana son mentiras-
-Lo
que me dijo…solo matas personas, solo eso haces, admítelo, ¡es verdad!-
-
¡NO! CLARO QUE NO, YO NUNCA HARIA ESO, ESA ANCIANA INCLUSO MATÓ A TU AMIGO.
ELLA ES LA MLA AQUÍ-
Alba
se quedó parada…pensando, con lo que le dio la anciana el árbol no podía leer
sus pensamientos, era cierto, David había muerto, pero no supo sí había sido la
anciana…o el árbol, Alba divagó mucho pensando en si el árbol era malo…
-TE
PUEDO AYUDAR, PUEDO HACE RQUE DAVIS VUELVA
A LA VIDA-
Esas
palabras hicieron reaccionar a Alba…David, que había muerto por ella…podría
estar vivo de nuevo y la podría ayudar a decidir, pero, ¿Qué querría el árbol?
Podría ser una trampa…Alba estaba tan confundida…
-NO
TE PEDIRÉ NADA- Dijo el árbol-SOLO DI QUE SI Y LO HARÉ-
Alba
estaba nerviosa, no sabía que hacer…Alba después de pensarlo, aceptó, lo hizo
sabiendo todos los riesgos que podía traer, pero no le importó, ella solo
quería ver vivo a David.
De
todas maneras, si algo salía mal la anciana la ayudaría, de repente, escuchó
algo…venia de lejos…era David, si, David, estaba de nuevo con vida, Alba se
alegró tanto que incluso quería llorar, pero no puso, le importaba mas acabar
con el árbol.
Con
David ahí, sería mas fácil derrotar al árbol, ahora solo tenia que esperar a la
anciana, ella ya había hecho su parte, esperó, pero no llegó la anciana. Alba
se preocupó y como no aparecía la vieja, fue hacia donde estaba el árbol…iba a
hacerlo ella sola, teniendo a David sería mas fácil…
De
pronto, el árbol atrapo a Alba, no podía zafarse, era imposible, miró a David y
estaba en la misma situación, los dos, inmóviles e indefensos…
-ESA
ANCIANA, ESTÁ MUERTA ALBA, TRATASTE DE DERROTARME, NO LO CONSEGUISTE, AHORA ES
MI TURNO DE ACABAR CONTIGO-
A
Alba esta vez las lagrimas si le corrieron por sus mejillas, el árbol poco a
poco se la llevaba, el árbol empezó a abrir su boca, Alba estaba llorando, no
podía hacer nada, ni siquiera gritar…iba a morir.
El
árbol estaba cerrando su boca y Alba vio como David quedaba libre de las ramas,
se alegró, David la salvaría, vio como se acerco rápidamente, pero, no hizo
nada, solo sonrió…sonrió Alba no lo podía creer, vio como David se alejaba
mientras se transformaba en un anciano, el mismo anciano que le dijo que tomara
la fruta…todo había sido una trapa…la vieja tenia razón, y Alba cayó en ella…Así
que solo vio como se alejaba aquel anciano y como poco a poco se cerrara la
boca del árbol….
Y
éste, es un final como cualquier otro, el final de ésta historia…y el de Alba
también.
FIN
¿Qué tal?